MINICRÓNICAS
#Restaurantes
ZUBEROA*
OYARZUN (GUIPÚZCOA)
Última visita: Agosto 2019
Cocinero: Hilario Arbelaitz
Uno de mis rincones favoritos del territorio nacional. Y es que la familia Arbelaitz lo hace todo tan bien que, desde hace algún tiempo, los visito un par de veces al año.
Es imposible cansarse de una cocina tan magnífica, tan precisa, tan perfecta. Cada plato roza la perfección, bordando puntos, salsas, tiempos… Siempre producto de nivel, siempre las mejores salsas. Aquí no se juega a engañar al comensal, aquí se da todo lo mejor que uno tiene.
Aunque todo el año es buen momento para visitar Zuberoa, la mejor época es en diciembre, cuando Hilario saca su repertorio de aves y siempre hay más producto con el que jugar.
De todos modos, siempre digo que hay dos platos que resumen lo que es Zuberoa. La tarta de queso y el puré de patata. Bendita sencillez que resume a la perfección lo que es la cocina de Hilario. Humildad y perfección. Una familia, unos valores y una esencia que están reflejados en cada plato. La honestidad, el sacrificio y la sabiduría de los Arbelaitz .
En cada visita disfruto más que en la anterior, me emociono más, me siento más a gusto y valoro todavía más lo que veo y lo que vivo en ese momento. Un pedazo de la historia de la gastronomía de este país que todavía es presente. Somos tremendamente afortunados de poder disfrutar de Zuberoa.
En cuanto a la comida, aunque tienen un buen menú degustación, yo siempre recomiendo que se dejen asesorar por el gran Eusebio Arbelaitz, nadie mejor que él para hacerles un buen recorrido gastronómico, adaptándose a las preferencias del comensal. Al final, en precio saldrán muy parecidos pero probarán esos platos que uno siempre lleva en mente.
Como he comentado, intento visitar Zuberoa dos veces al año. En verano y en invierno. Con mi gente, mi familia, y desde el primer día con mis hijas. Niñas que disfrutan con el puré, con el ravioli de cigala, con sus postres y, como no, de esa increíble tarta de queso que es única.
Y eso, al final, es el resumen de lo que es Zuberoa. Un restaurante familiar al que ir con los tuyos y disfrutar de la gastronomía.
Ahora que está tan de moda prohibir la entrada a menores de 12 años a restaurantes, algunos podrían tomar nota de lo que aquí se hace. Una lástima.
En definitiva, un restaurante donde sentarse en su mesa y ser feliz. Donde te vas deseando volver.