MADRID

Última visita: Diciembre 2019

Cocinero: Óscar Velasco

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En muy pocos restaurantes se consigue un nivel tan alto en las tres patas fundamentales de un restaurante. Cocina, bodega y sala se alinean para lograr un resultado sobresaliente. Para mí, Santceloni es el gran restaurante de Madrid.
 
Maravillosa cena con un despliegue de cocina que me dejó enormemente sorprendido. Los aperitivos en El Estudio son un fantástico inicio con unas vistas privilegiadas a la cocina de todo un dos estrellas.
 
Ya en el comedor principal, uno se encuentra con una cocina sin peros, con platos impecables, un producto extraordinario (una trufa blanca que inundaba toda la sala o una cigala que costará olvidarla) y combinaciones tremendamente acertadas de la mano de Óscar Velasco (las alcachofas con sepionets y trufa blanca es un buen ejemplo).
 
Su tabla de quesos es una obra maestra y su fama es más que merecida. Sólo por disfrutarla ya merece la pena visitar Santceloni. Si a su variedad en la oferta y a su calidad le sumamos la pasión y el conocimiento de Abel Valverde, el resultado es inmejorable y no existe mejor manera de terminar una cena.
 
La bodega, bien dirigida por David Robledo, tiene vinos tremendamente interesantes como un magnífico Champagne Expression o un tinto Domaine de la Grange des Péres 2001 que resultó todo un acierto.
 

Además de una maravillosa cocina, no deben perderse la impresionante galería acristalada proyectada por la interiorista Marta Zarzalejos con esculturas de malla metálica de Elisabeth Martín Maíllo.

Que no tenga las 3 estrellas colgando en la puerta es difícil de entender.

Un lugar donde se roza casi la perfección.