Con la llegada del verano y las merecidas vacaciones que la mayoría de los mortales nos cogeremos en las próximas fechas, intentaré ir subiendo una serie de recomendaciones que puedan ayudarles a la hora de escoger un restaurante y poder pasar un buen rato. Si usted forma parte de ese grupo de privilegiados que ya está o ha estado de vacaciones estivales, lo siento, llego tarde.
Comienzo esta serie de artículos hablando de la costa levantina; concretamente, de Valencia y Alicante, dos de los destinos más habituales entre los madrileños.
VALENCIA
Hace poco tuve la oportunidad de disfrutar de un fin de semana fantástico en esta gran ciudad situada a orillas del Turia. Antes de nada, decir que no me fue fácil elegir los restaurantes a visitar. Solamente un fin de semana y una oferta gastronómica sorprendente y espectacular. Una ciudad para comérsela.
En primer lugar haré una pequeña mención a la “base de operaciones”; es decir, al alojamiento. Para la época estival prefiero los hoteles situados cerca de la playa, aunque estén algo más lejos del centro, pero siempre les permitirá disfrutar de la playa, en este caso la Playa de la Malvarrosa. El Hotel Balandret (***) es un pequeño hotel recientemente renovado que no es mala opción. Ahora bien, el Hotel Las Arenas Balneario Resort (*****GL) no tiene comparación posible, aunque obviamente la diferencia de precio entre ambos es considerable.
Si uno va a Valencia, tiene que ir al Mercado Central. Los casi 20.000 visitantes diarios no pueden estar equivocados. La oferta de productos y el número de puestos es sobresaliente y deja en evidencia a otros ilustres mercados como el de La Boquería en Barcelona.
Si tienen tiempo, y algo de paciencia, no duden en conocer el Central Bar de Ricard Camerena, situado dentro del propio Mercado Central. Yo no lo tuve y me he quedado con la espina clavada. Me cuentan que desde que abrió tiene las mismas colas diarias. La carta y los precios desde luego que invitan al disfrute.
En cuanto a restaurantes, tuve la oportunidad de conocer las siguientes direcciones y que encarecidamente les recomiendo:
1. Casa Carmela: Si quieren comerse una verdadera paella valenciana este es su restaurante. Preparadas al fuego de leña consiguen unos arroces impecables, sabrosos y nada pesados. También recomendables los mariscos frescos que reciben cada día. El restaurante se ubica en una gran casona valenciana que recuerda a esas casas de estilo colonial con colores vistosos.
Aunque su comedor es enorme, quizá en exceso, no se olviden de reservar tanto su mesa como el arroz que deseen tomar, así evitarán posibles sustos de última hora.
2. Askua: Ricardo Gadea tiene uno de esos templos donde sólo importa el producto y dar un trato exquisito a sus visitantes. Con unas ejecuciones sencillas y productos de primera consigue unos magníficos resultados.
No duden en dejarse aconsejar por Ricardo, ya que sin duda les llevará por los platos más emblemáticos de la casa. No faltará en su comanda la chuleta de lomo alto de Luismi Garayar (que por sí sola justifica la visita y que sirven junto con unos inmejorables acompañantes: pimientos confitados de escándalo y patatas fritas impecables), las patatas bravas, que son únicas y las cocochas a la brasa y rebozadas a las que no sabrán, o no querrán decir que no. La bodega, llena de referencias conocidas en sus mejores añadas y a precios correctos, invita a beber. Una gran casa.
3. Saiti: Puede que sea uno de los restaurantes donde más he disfrutado en los últimos tiempos. Siempre he dicho que si tuviese un restaurante me gustaría que fuese como Lakasa o como Lera. Sumo Saiti a esa lista.
Vicente Patiño oficia como nadie platos típicos del recetario mediterráneo, en algunos casos dando ese toque personal que los llena de un sabor muy definido. ¿El objetivo? Conseguir platos ricos, sabrosos y que, al fin y al cabo, el cliente disfrute. Lo consigue con creces.
En un local desenfadado, con la cocina a la vista del comensal, lo que llega a la mesa es espectacular. Una de las mejores ensaladillas que he probado, unas croquetas de jamón cremosas como pocas, ortiguillas con una fritura ligerísima, una memorable ostra con granizado de ponzu, etc. Una maravilla de lugar. Y no se olviden de pedir el milhojas, un postre que da sentido al #nopostrenoparty.
Además, he podido comprobar que es un tipo más que querido y respetado por los compañeros de oficio. Por algo será.
4. Ricard Camarena: Además del Mercado Central, Valencia tiene las fallas, el Oceanográfico y a Ricard Camarena, que fácilmente podría ser declarado bien de interés general en la ciudad.
Emprendedor nato y con gran apego a esta ciudad, Ricard cuenta ya con cuatro restaurantes en la ciudad del Turia. Además del ya citado Central Bar en el Mercado Central, estaría Habitual, Canalla Bistró y la casa madre, el Restaurante Ricard Camarena, galardonada con una más que discutida estrella Michelin (por ser sólo una, claro…).
Estoy completamente convencido de que cualquiera de sus establecimientos es una buena opción. Tuve la oportunidad de poder probar dos platos de Canalla Bistró (más bien se los robé a mi hija): una espectacular ensaladilla (una de las mejores que he probado junto con la de Saiti y la Tasquita de Enfrente) y un impecable buñuelo de bacalao con una fritura envidiable. Si ese es el nivel general, el sitio tiene que estar muy bien.
Ensaladilla y buñuelo de bacalao de Canalla Bistró
En este viaje tuve la gran suerte de poder conocer la casa madre de Ricard Camarena, donde él mismo y todo su equipo crean una experiencia única sobre la base de los gustos de cada comensal. La valentía por bandera. Yo voy a restaurantes de este tipo para que me sorprendan, a conocer productos nuevos, texturas diferentes, sabores distintos a los conocidos. Y en Ricard Camarena esto se logra. Además de una cocina que admite poca comparación posible, un local moderno e informal, con un servicio joven, dinámico y muy profesional.
Respecto al maridaje, tanto por precio, cantidad y calidad, una opción perfecta para acompañar el menú.
Maridaje de Ricard Camarena
Me atrevo a decir que el preludio del Restaurante Ricard Camarena es, hasta la fecha, uno de los mejores comienzos de un menú de alta cocina que he probado. Como dice mi amigo Charly (@carlosms1568) que es el que más sabe de la zona de Levante, "Ricard es un marciano".
Preludio de Ricard Camarena
Ricard Camarena
Para las siguientes visitas a Valencia dejo pendiente La Salita, Raussell, Kaymus, Reef, El Poblet, Habitual y muchos otros. Pero, a este ritmo, seguro que cuando vuelva Ricard Camarena ha abierto tres o cuatro restaurantes más que merezcan la pena.
ALICANTE
Aunque el nivel general en Alicante es algo menor del que se puede encontrar en Valencia, esta ciudad de la costa levantina también cuenta con una oferta gastronómica bastante amplia, para todos los gustos y bolsillos.
Dos buenos ejemplos podrían ser El Portal y Nou Manolín. El primero es el local de moda en la ciudad, el lugar perfecto para "dejarse ver", pero en este restaurante además se come razonablemente bien y, sobre todo, se bebe de lujo. Espectacular su bodega, su oferta de vinos por copas y el nivel de sus sumilleres.
El Portal
En Nou Manolín se encontrarán con la barra por excelencia, una de las mejores del país, y un restaurante bastante correcto. Uno de los lugares donde se pueden encontrar unas gambas rojas de culto, marisco fresco, además de carnes y pescados de un nivel medio alto.
En la humilde opinión del que suscribe, la mejor mesa de Alicante es La Ereta. Tanto por cocina como por ubicación, es una visita obligada. Cocina de producto, muy bien elaborada y siempre con ese toque mediterráneo que tanto busca Daniel Frías. Bodega más que suficiente con numerosas referencias de la zona y un servicio de sala que cada día va a más.
Si quieren darse un merecido homenaje estas vacaciones, este es su restaurante. Si pueden, reserven junto al ventanal para tener las mejores vistas de la ciudad y, si no tienen vértigo, escojan la mesa de la terraza. Una de las más espectaculares que conozco.
La Ereta
En cuanto a la zona de la Playa de San Juan, podrán encontrar algunos lugares de calidad entre una oferta de dudoso nivel gastronómico.
Destaca Baeza & Rufete, donde se pueden encontrar menús de buena calidad y a precio envidiable, así como unos arroces bastante dignos. Por su parte, en Ayrena encontrarán chacinas, ibéricos y mariscos de cierto nivel, todo ello con una buena relación calidad-precio y en un local con una terraza bastante agradable.
El famoso pichón de Baeza & Rufete
Ayrena
En cuanto a arroces, en el paseo marítimo podrán encontrar Casa Julio y Azul Playa. Personalmente, me quedo con la bodega del primero y los arroces del segundo. No todo va a ser perfecto.
Casa Julio
Azul Playa
Un pequeño apunte. Si están por la zona, no duden en visitar la Heladería Playa San Juan donde Ademir ofrece unos helados artesanos que bien merecen la visita. Recuerden que #nopostrenoparty.
Heladería Playa San Juan
Si se acercan a San Juan (pueblo) tendrán la oportunidad de disfrutar de uno de mis establecimientos favoritos: Vinícolas San Juan. En él podrán conocer a Julián y aprender de su sabiduría y generosidad. En pocos sitios he bebido mejor.
Vinícolas San Juan
Todavía pendientes de conocer, pero de los que tengo buenas referencias, son La Taberna del Gourmet, Populi, Teatro Bistrot, Terre, La Vaquería… Así no me aburro este verano.
Finalmente, si tienen tiempo y les apetece hacer una escapada gastronómica por la zona, Denia es un buen destino. Como es más que probable que en el Baret de Miquel no encuentren mesa, dentro de la propia ciudad tienen Aitana, un pequeño bar donde Ximo hace y deshace a su antojo, la anarquía más absoluta pero a cambio encontrarán un buen marisco, fresco a más no poder y a precios muy comedidos. Las colas de Nakeima son cosa de niños al lado de las que encontrarán en Aitana.
Aitana
No puedo olvidarme de El Faralló. Si quieren darse un buen homenaje y conocer la verdadera gamba roja de Denia, este es su lugar. Piezas extraordinarias, casi únicas, perfectamente cocidas y llenas de sabor. Además, para el recuerdo su pulpo seco y la tarta de manzana.
El Faralló
Con tantas maravillas que nos da el Mediterráneo no me extraña que Serrat le compusiese una canción.
Mediterráneo (Joan Manuel Serrat)
Fotos: Estrella SIN Michelín